Generalmente la pérdida de orina es escasa e intermitente. Se origina por incremento de la motilidad uretral, insuficiente función intrínseca del esfínter o ambos. Las principales causas para desarrollarla son: sobrepeso, múltiples partos, edad y menopausia.

El láser CO2 es uno de los tratamientos actuales para esta afección y tiene buenos resultados en las incontinencias urinarias de esfuerzo leves y moderadas. Consiste en aplicar láser CO2 en el canal vaginal mediante un manipulador que dispara energía térmica en un ambiente rico en agua mediante pulsos muy cortos con control de la profundidad, permitiendo la formación de colágeno y de nuevos vasos sanguíneos que mejoraran la pérdida de orina.